Un músico distinto para cada canción: Así es la propuesta colaborativa de Mondomamba

Llevaban siete años formando parte de Niño Cohete, cuando Matías Pereira, Cristián Dippel, Camilo Benavente y Joaquín Cárcamo, anunciaron que la banda ya no continuaría. No fue una determinación fácil de digerir, pero a pesar del golpe, decidieron continuar tocando juntos, a pesar incluso de ya no contar con una voz principal. El naciente proyecto recibió el nombre de Mondomamba.

“Nos tomó tiempo definir qué sería, cómo sería y tomar confianza en la idea de continuar solos, sin una voz definitiva. De ahí en adelante pasamos muchas horas de grabación en casa, probar nuevos caminos musicales y pensar en cómo conceptualizar nuestro trabajo. Seguimos en esa búsqueda hasta el día de hoy”, dicen sus integrantes.

Para la banda, la falta de un vocalista titular se transformó en una gran oportunidad para marcar la diferencia en la escena musical actual. “Definitivamente los momentos más emocionantes y significativos para nosotros han sido las colaboraciones con otros artistas, y develar nuevas visiones sobre la música que hacemos. Además, aprendemos montones de las personas con que trabajamos, colaborar con otras personas nos ha permitido no estancarnos”, señalan los músicos, quienes se han mantenido hasta el día de hoy bajo la idea de contar con distintas voces en sus canciones.

La primera colaboración de Mondomamba fue “Nido” junto a Bronko Yotte, después fue el turno de “Chinchay” con Benjamín Walker, y por último “L’animal” con Mora Lucay, el proyecto musical de la porteña Natalia Vásquez, con quien anotan una interesante anécdota. “La grabamos el año pasado, el 18 de octubre. Comenzamos la sesión una mañana súper tranquila, y a la hora de salir, había cambiado todo”, cuentan a Música Chilena.

Mondomamba además le ha permitido a Matías, Cristián, Camilo y Joaquín poder explorar por sonidos más rítmicos, algo muy distinto a lo que estaban acostumbrados. “Parte de lo que hemos aprendido en este proceso ha sido que las ideas que presentamos fluyen mejor cuando somos claros con el ambiente que queremos construir, y también a tener una propuesta rítmica con figuras que nos parezcan interesantes. Muchas de ellas tienen su raíz en la música latinoamericana”, señalan.

Debido a la crisis sanitaria actual, la banda no ha podido interpretar en vivo su último estreno, pero las ganas de subirse a un escenario con este nuevo proyecto siguen firmes. “Nos gustaría hacer algún show donde podamos invitar a las personas con que hemos colaborado y con quienes estamos trabajando, y por otro lado, quisiéramos viajar a otras partes y preparar una forma liviana de llevar nuestras canciones más lejos, a personas que aún no han escuchado de nosotros”, dicen con entusiasmo.

Por el momento, no descartan seguir colaborando con distintos músicos de variados estilos, ya sea vocalistas o instrumentistas, chilenos o extranjeros. Además, muy pronto podremos escuchar un nuevo single, que busca tener un recibimiento del público tan bueno como el que han cosechado sus lanzamientos anteriores.

Por Vania Salinas