FOLCLOR IMAGINARIO: LA REAL ADMIRACIÓN DE GEPE POR MARGOT LOYOLA
Septiembre 14, 2018
Hace un mes y medio Gepe comenzó con el lanzamiento de “Folclor Imaginario (canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios y algunas otras que parten desde ahí)”. El proceso consistió en publicar una canción cada semana hasta que el álbum fue lanzado en su totalidad el 13 de septiembre, sólo dos días antes de que se cumpla el centenario del natalicio de la destacada folclorista.
Pasado y presente de la música chilena se unen en este proyecto que comenzó hace un año con un trabajo de investigación por parte del músico, pero que además surgió por su profunda admiración y respeto hacia el legado de Margot Loyola. Conversamos con el artista para conocer más sobre la historia tras este álbum que trae al presente las composiciones de la reconocida cantautora nacional.
¿De dónde nace el nombre del disco?
Fue una acumulación de sucesos, de situaciones y cosas que llegaron a concluir en septiembre del año pasado, porque era necesario hacer un disco respecto a Margot Loyola. El primer antecedente es que entre el año 2000 y 2004 con mi amigo Pablo flores, organizábamos unos conciertos en lugares underground de Santiago y se llamaban “Folclore imaginario”; invitábamos a bandas que a nosotros nos parecían que se ligaban al folclor de manera imaginaria. Folclore imaginario se refiere a la aproximación intuitiva o desprejuiciada respecto del folclor. Entre las bandas que aparecían estaba Javiera Mena, Tobías Alcayota y Taller Dejao, y lo hicimos mucho. Era una manera de reflexionar al respecto, de que el folclor no es solamente el sonido del charango, a eso lo llamamos Folclore Imaginario en primer instancia.
¿En qué momento conectaste con el trabajo de Margot Loyola?
Muchos años después, en un libro de Violeta Parra, leí que Margot Loyola había sido una pieza fundamental en la carrera de Violeta Parra y que Margot Loyola era parte fundamental del folclor chileno. Busqué y compré por ahí un CD suyo y lo escuché, me gustó muchísimo. Debe haber sido el año 2005 o 2008 y me gustó mucho pero quedó ahí y no desarrollé más al respecto. Luego el 2013 tocamos en el Festival de Olmué y desde el escenario mandé un saludo a Margot Loyola, Gabriela Pizarro y Violeta Parra, que me parecía que eran las 3 mujeres más importantes del folclor chileno, y justamente lo escuchó Osvaldo Cádiz, viudo de Margot. Él me llamó para invitarme a su casa a conocerlos.
¿Cómo fue ese encuentro?
Fui y lo pasamos súper bien, me llevé una súper linda impresión de Margot y de Osvaldo. Ahí fue como realmente conocí a una artista de verdad, con un ego y un mundo muy distinto, con una visión muy particular y muy especial respecto de su tierra, de su gente, de su paisaje; como que me enamoré de su imagen, de su manera de ser también con una manera muy linda. Ella era una señora de 93 años, como una abuelita, pero por dentro había una energía muy especial que se contradecía con todo eso que su cuerpo transmitía. Ahí había una energía muy fuerte, muy intensa, muy bella. Yo le canté un par de canciones, me hizo comentarios al respecto y se refirió a otra música que yo tenía que escuchar. Fue muy bello y me encantó la energía que ella tenía y Osvaldo también, y nunca me voy a olvidar de eso.
¿En qué momento decidiste realizar un homenaje a Margot Loyola?
Después de esa invitación quedé con la sensación de haber conocido una gran artista importante, pero no lo asimilaba todavía, hasta que el año pasado grabé una canción con María Esther Zamora. Por supuesto la conocí y empecé a estar con ella, con su gente y así fue como conocí a la familia artística o espiritual de Margot Loyola, o sea a todas esas personas que estuvieron con Margot casi de manera cotidiana y ahí sí entendí de dónde venía todo. Ahí me fascinó y vi la posibilidad real de grabar un disco. Así fue como junté y escuché lo que tenía a mano y salieron unas canciones, después junto a los folcloristas Miguel Molina, Claudia Mena, Claudio Constanzo y Gonzalo Gómez, empezamos a trabajar las canciones.
¿Sientes alguna responsabilidad en esta labor de transmitir el legado de Margot Loyola a las nuevas generaciones?
La verdad es que ninguna. Tengo sólo el gusto de hacer un disco con una motivación muy genuina ¿cachai? No siento que sea el vocero o que yo esté haciendo una labor antropológica o musicológica, para nada. Yo vi algo en el trabajo de esta mujer maravillosa, una mujer que nos muestra a Latinoamérica, a Chile de una manera tan pura que eso me fascinó y por esa fascinación es que el disco existe también, por lo musical, lo artístico, pero también por conocerla a ella y mí fascinación al haberla conocido. Eso yo creo que es fundamental. Por lo tanto, no siento responsabilidad, siento un gusto no más, es tan simple como eso. Estoy pasándolo muy bien, hablando de esto, de lo que hizo Margot Loyola y cantando sus canciones.
¿Cuál crees que es el legado de Margot Loyola para la música chilena?
Creo que está en lo que alguna vez le escuché en entrevistas, que era su fascinación y su amor por la gente, por su tierra de una manera pura y desprejuiciada. Me acuerdo de una entrevista que le hizo Cristián Warnken y le pregunta: “Margot Loyola ¿Cuál es su motivación para hacer lo que hace?” Y ella dijo: “Bueno, la gente, el pueblo, porque el pueblo me conmueve, la gente, la humanidad es lo único que vale en ese mundo”. Y eso, su amor tan puro y tan genuino por la cultura, por lo humano simplemente, puede sonar un poco general, pero realmente era así. Al final su motivación era eso: amor por el otro, cariño y fascinación. Yo creo que eso es lo más rescatable, más allá de que ella rescataba la tonada o la cueca de una manera muy particular, entre otros estilos, particularmente la tonada, pero yo creo que en el fondo de eso estaba su amor profundo por sus hermanos y eso es muy lindo.
El álbum “Folclor Imaginario (canciones recopiladas por Margot Loyola Palacios y algunas otras que parten desde ahí)” , un homenaje de Gepe a Margot Loyola, ya está disponible en Spotify, Deezer y Apple Music.