ATERRIZAJE FORZOSO SINFÓNICO, SOLO UN SUEÑO QUE SE HACE REALIDAD

Tras 30 años del álbum debut Sólo un Sueño de Aterrizaje Forzoso, banda insigne de los ’80 que actualmente ha sido reformada con nuevos integrantes, Germán Céspedes reaparece en el quehacer musical manteniendo vivo su legado y en un novedoso formato: a través de un disco sinfónico.

El proyecto recibió el apoyo del Fondart y se llevó a cabo en un proceso de grabación que se realizó entre Chile y Estados Unidos. De esta experiencia, de sus próximas fechas y más, habló con música chilena.

¿Cómo nació el proyecto sinfónico?

Nació porque en 2016 se cumplían 30 años del lanzamiento de Sólo un Sueño, el primer disco de Aterrizaje Forzoso, que además traía “Despertar sin ti” y “Chica caribeña”, canciones que han seguido rotando en radios y sonando por todas partes, entonces con Alejandro Soto, que fue el productor de ese primer álbum, y conversando con otros miembros de la banda, pensamos hacer una especie de homenaje a esas tres décadas y ahí empezamos a tirar ideas de qué se podía hacer. Trabajando en el tiempo, concluimos en que podríamos hacerlo sinfónico, después de varias alternativas, como hacer algo acústico o de otro tipo.

Hicimos una selección de temas de Aterrizaje y ahí empezamos. Con Alejandro, que es el productor general e ingeniero de grabación, trabajamos la parte sinfónica con unos arreglos de acá de Chile, pero no quedamos conformes. Así que decidimos contactar a Óscar Véliz,  un amigo chileno, pero que está en Estados Unidos y hace música para películas, él se fue hace muchos años a E.E.U.U. y se dedicó a la música para películas, es compositor y arreglador. Al principio nos dijo que tenía mucha pega, pero le enviamos un trabajo, le gustó y se entusiasmó. A nosotros nos fue bien en el Fondart, así que acordamos un dinero para que él hiciera su trabajo con ganas.

¿En qué consistía el proceso de trabajar a larga distancia?

Hoy, con toda la tecnología, es como estar al lado. El proceso era que de a poco nosotros le mandábamos las canciones que seleccionábamos, él trabajaba y cuando tenía más o menos un bosquejo nos mandaba el tema, entonces ahí nosotros decidíamos y compartíamos opiniones hasta que nos llegaba el tema final, después pasaba a otro tema. Ahora en un segundo te llega un audio y al siguiente mandas la respuesta, entonces esto es automático, así que la distancia ahora no es problema.

La banda ya no cuenta con los mismos integrantes ¿En algún momento lo conversaron?

Lo conversamos sí, pero en el trabajo final se requería la autorización mía y la de Jaime Fainberg como autores, él vive en Estados Unidos y ya no está dedicado a la música. Activamente fui el único que participó, el resto de los integrantes se desligaron de eso, porque igual ya no están dedicados a la música, tienen sus actividades aparte, así que quedé yo con el productor y el arreglador musical.

¿Qué sensaciones les provoca el trabajo ya realizado?

Yo estoy súper feliz porque mis expectativas fueron superadas enormemente, nunca pensé que podíamos llegar a ese nivel y me encantó, ojalá yo pudiera repetir la experiencia de hacer un disco sinfónico, porque además al productor musical le dimos la libertad de conservar la línea melódica de la canción, nada más, el resto era absolutamente libertad.

Obviamente que el resultado final pasaba por el productor general y por la opinión mía, pero él podía hacer lo que quisiera, entonces se consiguió plenamente porque los temas no son los de una típica banda que toca con los músicos sinfónicos atrás, sino que son arreglos especiales para las canciones, esa libertad se da en el hecho de que, por ejemplo, no toqué ningún instrumento, solamente puse la voz, todo el resto se grabó en Estados Unidos con músicos de allá, entonces ese trabajo quedó plasmado en algo absolutamente diferente a lo habitual. Acá, con Óscar Véliz, el arreglador y compositor musical, como trabaja en cine, hay muchos pasajes que parecieran que son de película, quedó lindo.

¿Hay alguna posibilidad de llevar esto al formato en vivo?

Nosotros nos hemos planteado tratar de difundir este disco al máximo y venderlo a través de nuestras páginas oficiales de Aterrizaje Forzoso, y el 2020 nos vamos a avocar a llevar esto a al formato en vivo. Nuestra intención es poder llevarlo a la mayor cantidad de ciudades en Chile y, como es complicado manejarse con una orquesta sinfónica, trasladar tantas personas para allá y para acá, estamos tratando de hacerlo a través de algunas opciones que se dan como por ejemplo las orquestas juveniles que existen en muchas ciudades, y ciudades grandes que tienen orquestas sinfónicas como las de La Serena, Concepción y Valdivia, entonces por ejemplo ahí podríamos hacer un contacto y planificarnos con las orquestas sinfónicas de estos lugares, y en los otros lugares con las orquestas juveniles, entonces eso es lo que nos tiene en este momento trabajando para el  2020, así que esa es la idea.

Personalmente, mi sueño es terminar todo este proyecto en el Teatro Municipal con la Orquesta Sinfónica, y yo creo que no es tan imposible, porque hoy día la orquesta y el teatro están abiertos para este tipo de cosas, y yo me imagino que ellos como músicos, escuchando esto, se van a interesar, así que esos son los próximos pasos a seguir con este proyecto, el 2020 nos vamos a dedicar a tocar en vivo con orquesta.

¿Hay algún otro proyecto posterior a este como Aterrizaje Forzoso?

Bueno, Aterrizaje Forzoso existe hoy día, pero soy el único que queda de los originales. Yo rearmé el grupo con músicos de ahora, que son buenísimos, y estoy tocando habitualmente. La próxima tocata es en la Sala SCD de Egaña el 18 de mayo, junto con los Sexuales, otra banda de Valdivia. Vamos a seguir tocando en otros proyectos, con otros artistas y, de música nueva, me entusiasmé, me encantó haber grabado esto, así que ahora me pongo a trabajar para grabar un próximo disco o de Aterrizaje o de Germán Céspedes. Como ya estoy solo, tengo la duda, y estoy recibiendo opiniones al respecto, pero me puse a componer, esa es la idea.