“El Pulso”: el nuevo video de Angel Maulén

Un recorrido que ha sabido mostrar las distintas aristas sonoras que tiene el chileno, que ya sorprendió con “Golondrina” y “Si Tú Te Marchas”, con un destacado videoclip. Nuevamente, con la producción del uruguayo Juan Campodónico (Jorge Drexler, Bajofondo, Zoe Gotusso, Kevin Johansen, entre otros), Angel Maulén revela el sencillo encargado de darle nombre a su primer disco de estudio; un largaduración que ya supo de melancolías y bailes. 

“El Pulso” es una de las 10 canciones que compondrán este LP. Una pieza en la que volvemos a dimensionar el amplio abanico musical que presenta el artista, quien mantiene como eje la predominancia de sonidos análogos con letras capaces de remover los lugares emocionales de nuestra existencia. “El Pulso es una sensación. Una sensación de música, de ritmo, pero también de vida. Una sensación que recorre el cuerpo, como una sustancia que se expande por las venas”, cuenta Maulén. 

“Es una canción que siento más nocturna y distorsionada. Si ‘Golondrina’ invitaba a viajar por el mundo con esa persona especial, y ‘Si Tú Te Marchas’ es, literalmente, una canción de amor o desamor, ‘El Pulso’ es más oscura, solitaria, que transcurre en el mundo interior del sujeto desde una interpretación alterada de la realidad”, cuenta sobre el track que deja con esa sensación de ir caminando por las calles nocturnas, en un estado de ebriedad, en el que la euforia se mezcla inevitablemente con la angustia. 

Sin buscar una interpretación absoluta, Angel Maulén invita a abrazar la sensación que representa la entrega. “Es un viaje marcado por un ritmo constante y un diálogo entre sintetizadores análogos de la mano de drones y quiebres a midtempo, para luego darle paso a arpegiadores listos para reventar en los coros finales donde, por fin, suenan todos los instrumentos a tope”. 

Tal como ‘Si Tú Te Marchas’, el lanzamiento viene acompañado por un video junto a la dirección de Matías Vial (Ilmato) y la producción de Error de Moda. Un clip que presenta una propuesta más estética que narrativa, en el que vemos imágenes, planos y colores; una serie de atractivos elementos visuales acompañan a esta pulsión rítmica que permite percibir, tanto el movimiento coreográfico, como la existencia estática de cada persona y recurso presente.