Garage Rock y Rap Mapuche: la subversiva colaboración de Nico Rojo con el MC Coñoman
Diciembre 14, 2020
Nico Rojo destaca por la conciencia social que habita en las letras de sus composiciones. Sus últimas producciones musicales de cuarentena reflejan el álgido contexto que envuelve a Chile antes y durante el estallido social. Hoy, reversiona “Jungla Sanhattan”, single de su disco Nicolasa, pero ahora potenciando su mensaje y lucha junto a la voz del MC mapuche Coñoman.
“Jungla Sanhattan” nace de la dolorosa inspiración que evoca el asesinato de Camilo Catrillanca. Su nombre responde a un juego de palabras que alude al “nefasto Comando Jungla, pero también a los magnates forestales que manipulan nuestra política y la represión desde el barrio financiero de Santiago (Sanhattan)”. Al ser testigo del recrudecimiento de la militarización del Wallmapu, Rojo decide potenciar esta obra integrando el rap en mapudungun del MC Coñoman, para él una forma de “unir fuerzas y solidarizar artísticamente con la resistencia mapuche contra el gran capital y a su defensa histórica del ecosistema”.
La letra de la canción responde a una poética consciente de las demandas sociales que aún no tienen soluciones concretas, pues si bien se han logrado avances con el triunfo del Apruebo en el plebiscito, Nico Rojo ve con claridad que “el cambio real no llegará sino de las calles, desde los territorios y asambleas organizadas, al igual que desde la deconstrucción y descentralización del poder”.
Cristopher Coñoman, por su parte, ejerce el hip-hop en mapudungun desde siempre. Él se reconoce mapuche primero antes que rapero, lo que evidencia su compromiso con la identidad del pueblo ancestral, pues al preservar su lengua, rescata su cultura. En esta colaboración, Coñoman resalta la experiencia de freestalear sobre el flow de las guitarras de Nico Rojo y asegura que “a pesar de que se nos asocia a estilos musicales distintos, nos acoplamos muy bien y siento que el resultado quedó de calidad“.
“Jungla Sanhattan” destaca desde su inicio por el pegajoso beat bailable potenciado por la brisa ochentera que le otorgan los sintetizadores, sin descuidar la esencia rockera de las guitarras eléctricas. Esta alegría que despierta la canción en el cuerpo se contrapone al dolor experimentado en el territorio por años de injusticias e impunidad. Esta contraposición es el fiel retrato de lo que ha sido el despertar de Chile, la reivindicación de una deuda histórica con la memoria junto a las artes como escudos frente a la represión.
Esta versión de cuarentena fue grabada y mezclada por su autor Nico Rojo en Estudio Casa Plataforma, además, participó junto a Camilo Díaz Loubier en la producción musical. Antonio de Favero realizó la masterización en el Estudio Andes Empire.